8 de abril de 2008

LA SUERTE SUPREMA, QUÉ MALA SUERTE


Lo veía venir. De hecho, apenas disfruté del debate de investidura del Presidente Zetapé. No me gustó el señor Rodríguez ni esperaba nada mejor de él, en absoluto. Este hombre no habla, ni lee, ni piensa lo que dice. Para desgracia de una gran parte de los españoles, el PSOE está elaborando unos discursos muy engañosos que tocan más el sentimiento que la razón, y lo consiguen.

Y mucho me temo para mayor escarnio o inri de nuestro país que esto va para largo. Al menos estos cuatro años no sé como van a terminar. ¿Será una legislatura complicada? No me atrevo a decirlo. ¿Será una legislatura tensa? Tampoco quiero aventurarme. ¿Y qué será entonces dentro de cuatro años? Tendremos de lo mismo, más. O al menos eso creo.

Yo me he sentado puntual frente a la televisión para ver a mi Presidente cómo actuaba. En general ha estado bien, pero le ha faltado la valentía de entrar a matar. Sin embargo, el hecho de que la estocada no fuera buena terminó con la tarde de Rajoy.

Hoy me esperaba más de Mariano, al que creo un buen aspirante a Presidente del Gobierno. Pero veo que así, ni hablar del peluquín. Al menos el Grupo Parlamentario Popular no apoyará la investidura del señor Rodríguez Zapatero. Me parece que es la mejor decisión que podía haber tomado. Nosotros defendemos la igualdad de todos los españoles, sus derechos y la unidad de la nación española conceptos en los que el PSOE ni cree, ni ha creido, ni creerá.

Por eso, si quiere, que se apoye en los separatistas y nacionalistas extremistas para sacar adelante su programa, para que firmen otro pacto del Tinell o para que hagan lo que les venga en gana. El PP seguirá defendiendo a España y sus ciudadanos y como ha dicho Rajoy "Cuantos más coincidamos en este punto de encuentro, mejor irán las cosas para España".

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