Como si se tratara de una muerte anunciada, como si del título de la novela de García Márquez habláramos, sin quererlo, sin comerlo y sin beberlo, el entierro político del Ministro Bermejo empezó a cocerse en la provincia de Jaén.
La yet set socialista se dio cita primero en Andújar y, después, en Torres para compartir un fin de semana de caza y para pasar, a la vez, unos días de divertimiento, de esparcimiento y distracción con los amigotes mientras se matan unas cuantas piezas para el desahogo y regocijo del personal.
Durante la famosa cacería, dicen, el Juez estrella y el ex Ministro Fernández Bermejo no se vieron ni en el desayuno ni en la comida del día de la montería, cosa que es posible, pero tengo mis dudas. Pero anda que no es grande el monte de "Doña Paz" o, en su defecto, de "Calcetines". Anda que no es grande Torres, no digamos Andalucía y anda que no es grande España. O no tanto. Lo mismo andas por Puertollano (Ciudad Real) que por Torres (Jaén) y no sabes que te has desplazado ¡200 kilómetros!, menudo dislate.
Detalle de la finca "Cabeza Prieta", en Torres
Fuente: www.lanacion.es
Estos individuos venían a cazar a escondidas y luego pasa lo que pasa. Cuanto más se esconde uno, antes le descubren. Y se confirmó la regla. Los cazadores fueron cazados, y algunos, con menos papeles que una liebre.
Estos señores llegaron a Torres para dejar claro cómo se solucionan las cosas importantes en España, en Andalucía, en esta tierra en la que el PSOE va para 30 años de dictadura encubierta: como en los tiempos del Caudillo, escopeta al hombro, copiosas comidas, en lugares recónditos y en compañía de los justos.
La cuestión es que los despropósitos de la susodicha cacería no fueron pocos. Y no sólo fueron del socialista Fernández Bermejo y del socialista Garzón Real, ni mucho menos. Hay que seguir sumando socialistas, como el lema de este partido (de más a más): hay que sumar la Diputación de Jaén y el Ayuntamiento de Torres, ambas administraciones gobernadas por el PSOE. Las Administraciones ¿por y para los ciudadanos? o ¿por, para y entre los socialistas?.
El PSOE tuvo que estar a la altura de las circunstancias y por eso la Alcaldesa estuvo a la altura de las circunstancias. Solo bastó una llamada para que la maquinaria comenzara a funcionar, me refiero a la maquinaria socialista, claro.
Y como si desplegaran una alfombra roja para que sobre ella desfilara el mismísimo Bermejo. La Diputación del PSOE puso el "money, money, money" y el Ayuntamiento del PSOE mandó que a Mariano "no le faltara de ná". La Alcaldesa mandó que el camino para subir hasta Cabeza Prieta estuviera de lujo y así fue.
Y según el guión previsto, Bermejo subió a la finca. Pero cuando llegó a su destino, el Ministro había cabado su tumba política. El viaje de vuelta sería para enterrar su cadáver en el cementerio de los políticos extintos.
Pero en esto contribuyó de forma decidida el Partido Socialista Obrero Español, que le preparó la tumba con dinero público en forma de grava sobre el camino de Navaparís. De Torres emprendió su viaje con una sentencia firmada: la de su muerte política.
La yet set socialista se dio cita primero en Andújar y, después, en Torres para compartir un fin de semana de caza y para pasar, a la vez, unos días de divertimiento, de esparcimiento y distracción con los amigotes mientras se matan unas cuantas piezas para el desahogo y regocijo del personal.
Durante la famosa cacería, dicen, el Juez estrella y el ex Ministro Fernández Bermejo no se vieron ni en el desayuno ni en la comida del día de la montería, cosa que es posible, pero tengo mis dudas. Pero anda que no es grande el monte de "Doña Paz" o, en su defecto, de "Calcetines". Anda que no es grande Torres, no digamos Andalucía y anda que no es grande España. O no tanto. Lo mismo andas por Puertollano (Ciudad Real) que por Torres (Jaén) y no sabes que te has desplazado ¡200 kilómetros!, menudo dislate.
Detalle de la finca "Cabeza Prieta", en TorresFuente: www.lanacion.es
Estos individuos venían a cazar a escondidas y luego pasa lo que pasa. Cuanto más se esconde uno, antes le descubren. Y se confirmó la regla. Los cazadores fueron cazados, y algunos, con menos papeles que una liebre.
Estos señores llegaron a Torres para dejar claro cómo se solucionan las cosas importantes en España, en Andalucía, en esta tierra en la que el PSOE va para 30 años de dictadura encubierta: como en los tiempos del Caudillo, escopeta al hombro, copiosas comidas, en lugares recónditos y en compañía de los justos.
La cuestión es que los despropósitos de la susodicha cacería no fueron pocos. Y no sólo fueron del socialista Fernández Bermejo y del socialista Garzón Real, ni mucho menos. Hay que seguir sumando socialistas, como el lema de este partido (de más a más): hay que sumar la Diputación de Jaén y el Ayuntamiento de Torres, ambas administraciones gobernadas por el PSOE. Las Administraciones ¿por y para los ciudadanos? o ¿por, para y entre los socialistas?.
El PSOE tuvo que estar a la altura de las circunstancias y por eso la Alcaldesa estuvo a la altura de las circunstancias. Solo bastó una llamada para que la maquinaria comenzara a funcionar, me refiero a la maquinaria socialista, claro.
Y como si desplegaran una alfombra roja para que sobre ella desfilara el mismísimo Bermejo. La Diputación del PSOE puso el "money, money, money" y el Ayuntamiento del PSOE mandó que a Mariano "no le faltara de ná". La Alcaldesa mandó que el camino para subir hasta Cabeza Prieta estuviera de lujo y así fue.
Y según el guión previsto, Bermejo subió a la finca. Pero cuando llegó a su destino, el Ministro había cabado su tumba política. El viaje de vuelta sería para enterrar su cadáver en el cementerio de los políticos extintos.
Pero en esto contribuyó de forma decidida el Partido Socialista Obrero Español, que le preparó la tumba con dinero público en forma de grava sobre el camino de Navaparís. De Torres emprendió su viaje con una sentencia firmada: la de su muerte política.
2 comentarios:
Hola Roberto, buen artículo.
Al Cazado Bermejo junto al Porcazar Garzón habría que investigar las matanzas de venados que han asistido invitados, gratís, pero que no les exime de tener que declarar a la Hacienda Pública.
Estos políticos que no son capaces de dimitir por la gran cantidad de inmoralidades cometidas, deben de ser perseguidos en los delitos mas comunes y cotidianos.
y si el anfitrion no fuese Jose Peñas sino Don Baltasar. Eso nadie lo ha pensado?
Publicar un comentario