En este primer mensaje que escribo después de mucho tiempo sin dejarme caer por aquí, quiero hacerlo tras el importante Debate que cada año se celebra al finalizar el curso político para analizar el Estado de la Nación.
De sobra es conocido cual es el Estado de la Nación, no es cuestión de dejar cifras de paro, déficit, datos educativos, etc. pero lo que si es claro es que el Estado de España es el mismo que ha reflejado el Presidente Rodríguez Zapatero en su intervención: decepción y pesimismo.
Lamentable espectáculo el que ha realizado el Presidente del Gobierno en el Debate sobre el Estado de la Nación. Perdido en sus habituales piruetas para hablar mucho y no decir nada, el socialista de boquilla no ha hecho ninguna aportación y sólo se ha dedicado a dar vueltas y más vueltas. Vueltas que anunció Rajoy en su primera intervención antes de la réplica: sólo me insultarás, hablaras de intereses electorales, de no arrimar el hombro, no de realizar propuestas... y así fue, claramente. Y cuando un orador se adelanta a lo que un contrincante pueda decir, ha ganado la partida.
Lo bueno es que Rajoy no ha entrado al trapo de los socialistas, a las malas formas y malas artes del PSOE y sus diputados (a ver en qué queda el insulto de algunos de ellos). Hoy hemos visto que el talante de Zapatero y el PSOE es el de la agresividad y la crispación.
ESPAÑA NECESITA SOLUCIONES
Por eso prefiero las frases* y la actitud de Rajoy, que hoy ha estado genial en el Debate sobre el Estado de la Nación, y esa petición de elecciones generales anticipadas porque los españoles han perdido la confianza en Zapatero y tienen que elegir un nuevo Gobierno con un nuevo programa porque como ha dicho Mariano Rajoy, lo que ahora hace Zapatero nada tiene que ver ni con su programa electoral ni con sus intenciones marcadas en el Debate de Investidura.
Para ello tienen que hablar las urnas, tienen que opinar los españoles, no los Diputados.
Por eso, diputados del PSOE, se han pedido elecciones anticipadas. Esto es muy sencillo, hay una PEQUEÑA DIFERENCIA, y es que mientras que la Moción de Censura es votada por los Diputados, en las Elecciones votan los españoles.
Y eso es lo que no queréis, que hablen los españoles.
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